Debemos aprender la gramática de la lengua, y no la lengua de la gramática. ¿Qué significa esto?
Debemos tener mucha EXPOSICIÓN a la lengua -hablada y escrita-. Y debemos remitirnos a la gramática sólo como referencia, para aclarar y organizar el contenido que has recibido. Y no al revés. Una proporción recomendada es de 80% de aprendizaje implícito (exposición a mucha escucha y lectura) y 20% de aprendizaje explícito (analizar las reglas gramaticales sólo para despejar dudas).
De esta manera, el aprendizaje de idiomas se vuelve mucho más significativo, divertido y menos estresante, ya que se aprende el idioma en lugar de aprender sobre el idioma.